Covid persistente, “solo la punta del iceberg”

Los síntomas persistentes de la COVID-19 se dan, sobre todo, en mujeres sanas de 43 años. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el estudio realizado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en colaboración con los colectivos de afectados Long C

No poder concentrarse, caminar con agilidad o, ni siquiera, poder dormir tumbado. Estos son algunos de los síntomas que todavía sufren muchos pacientes covid, contagiados en la primera ola. Una situación conocida como Covid persistente.

Yo no sé si me he curado o no. Es como si me hubiese despertado en un cuerpo menos inteligente“, explica Anna Kemp, miembro del colectivo de afectados Long Covid Acts.

Una patología de la que todavía no se habla en España y no está reconocida como tal, según los expertos. Dos factores que hacen sentir a los afectados “abandonados y aislados”.

Estamos cansados de tener que demostrar que seguimos enfermos. Todavía tengo que dormir incorporada. A veces me siento en la cama porque me falta el aire“, denuncia Kemp.

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y Long Covid Acts han realizado una encuesta sobre el perfil de los pacientes que sufren esta enfermedad, además de determinar las características comunes.

El término covid persistente, de hecho, no surgió de una figura sanitaria, rememora la vicepresidenta de la SEMG, María Pilar Rodríguez.

Tal fue la necesidad de la situación –recuerda Rodríguez– que la primera persona que puso la etiqueta de ‘long covid’ fue un paciente. Autodenominó su situación así. Fue entonces cuando los médicos nos dimos cuenta de que algo estaba pasando“.

Mujeres y jóvenes, los más afectados

Según la encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), lanzada entre el 13 de julio y 14 de octubre, más de 1.000 enfermos presentaron síntomas compatibles de COVID-19 persistente o de larga duración, con una media de 36 síntomas por persona.

Estos síntomas no son solo los más prevalentes, sino que son los más incapacitantes. Hay pacientes que llevan así desde marzo, aproximadamente 300 días“, detalla la vicepresidenta de la SEMG.

Desde la SEMG indican que la mitad de los enfermos tenían edades comprendidas entre los 36 y los 50 años de edad y procedían de las Comunidades Autónomas de Madrid (35 %) y Cataluña (30 %), que fueron las más castigadas al principio de la pandemia.

Este estudio concluye que el perfil más común es el de la mujer de 43 años y una duración media de 180 días con síntomas.

Son personas jóvenes, básicamente mujeres, que no han tenido apenas patologías. Nada que ver con esas personas que han estado en la Unidad de Cuidados Intensivos“, precisa Rodríguez.

Este tipo de perfil, por lo tanto, ha impedido que sean diagnosticados mediante una prueba y que un profesional hiciese un seguimiento de la patología, explica la SEMG, ya que sólo se hacía este examen a las personas con riesgo vital.

Cuando llevaba dos meses no recibía respuesta de los médicos“, rememora Silvia Guerrero, doctora en bioquímica y biología molecular, quien también explica que sigue teniendo una afección neurológica cíclica.

Posibles hipótesis

Al ser una enfermedad no reconocida en España, señala la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, se han generado dos posibles hipótesis.

Una de ellas, que el virus pueda persistir fuera de los lugares donde habitualmente se busca, es decir, fuera de la PCR, que se hace en la zona orofaríngea, según Pilar Rodríguez.

De hecho -añade-, hay investigaciones que demuestra la persistencia del virus en el tracto gastrointestinal“.

Por otro lado, la SEMG habla de que el virus se haya originado como una cascada inflamatoria crónica, una alteración inmunológica y con una serie de mediadores, que llegan y afectan a una gran cantidad de órganos.

Asimismo, la vicepresidenta de la SEMG adelanta la puesta en marcha de un ensayo clínico con el objetivo de buscar los biomarcadores “sobre una de esas líneas de actuación”.

Estamos intentando buscarlo, porque la única manera que tenemos, más que el tiempo cure las cosas, es buscar la causa para saber cuál es la solución“, argumenta.

¿Secuelas o Covid persistente?

Cuando se trata de secuelas, indican los expertos, “los pacientes ya no tiene mucho más que hacer que adaptarse a ellas”.

Sin embargo, los síntomas de covid persistente sí pueden tratarse.

Los síntomas de covid persistente no son distintos a los de aquellos que no lo tienen. Simplemente es la evolución en el tiempo la que marca que aparezca más frecuentemente una sintomatología y la afectación multiorgánica“.

Aunque la característica común sea que afecta a las personas sanas, según María Pilar Rodríguez, el covid persistente también puede aparecer en aquellas personas que han estado graves o que tienen secuelas.

Medidas que representan el “fracaso”

Las pruebas convencionales pueden no valer para este tipo de patología, opina el portavoz Covid de la SEMG, Lorenzo Armenteros.

Quizás necesitamos una escala de medida y unas pruebas adecuadas para lo que nos vamos a encontrar. Nadie puede encontrar algo si no se sabe lo que se busca“, reflexiona Armenteros.

Por ello, los expertos apuntan a que la situación sigue siendo la misma que al principio, pues se han establecido medidas “finalistas”.

El confinamiento es una medida final, que se toma cuando han fracasado otras medidas. Es difícil tomar medidas tan drásticas, pero, estas, no dejan de reflejar el fracaso de otras alternativas, que no se han tomado y que podrían ser necesarias“.

Una situación con la que los profesionales no se sienten optimistas ya que, si se hace todo igual que en la primera ola, recalca Pilar Rodríguez, “en el mejor de los casos, los resultados serán los mismos”.

No quiero ser dura, pero la cuestión os la lanzo yo: ¿creéis que ha cambiado algo para que los resultados puedan ser diferentes? Creo que la respuesta la tenéis vosotros. Esto solo es la punta del iceberg“, concluye la vicepresidenta de la SEMG.

 

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